jueves, 23 de abril de 2009

Sant Jordi, sigues siendo mi favorito

Hoy,
mi día favorito del año
Siempre pasan cosas lindas los 23 de abril
Es día de sant jordi
Es dia del libro
es MI día
.
Quiero compartirlo contigo,
mí día,
mi sueño,
mi locura,
mi yo,
.
A tí que has formado parte de la sonrisa de hoy,
del día sin mucho calor ni mucho frío,
.
Que me ayudas siempre a matar dragones internos sin saberlo,
y yo lucho con los tuyos para que no te coman,
.
Recibe mi corazón,
es el libro qe me escribes diario,
te lo regalo,
.
de poder hacerlo, también te haría algo lindo como Gaudí,
donde guardes tus historias qe son leyenda,
y las leyendas que se convirtieron en papel,
.
Con mis ojitos mojados,
y la risa de niña,
te extiendo mis manos,
para que pongas en ellas las tuyas,
.
Nunca te he soltado,
gracias por no soltarme tú.
.
Te cuento hoy, mi leyenda favorita, mi historia hecha relato, como yo la conozco hoy:
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LA LEYENDA DE SANT JORDI

23 DE ABRIL 2009

Dice la leyenda de Sant Jordi que hace mucho mucho tiempo
Había un dragón monstruoso, con largas uñas y aliento de fuego
(no sólo cuando despertaba).
Este dragón hacía huir al pueblo, mataba a la gente con su aliento
y se tragaba vivas a las personas.
Los aldeanos, sin encontrar otra solución para la época,
decidieron darle dos ovejas a diario para apaciguar su hambre.
Cuando se les terminaron las ovejas,
le dieron vacas,
cuando se terminaron las vacas, bueyes
cuando se terminaron los bueyes le dieron patos
y todos los animales que tenían,
hasta que se quedaron con ninguno.
Entonces el rey convocó una reunión,
donde decidieron que harían un sorteo
y le darían al dragón una persona cada día, para que se la comiera
(de tamaño normal o dos flaquitos).
Un desafortunado día, le tocó a la hija del rey, y él, entre lágrimas dijo:
-Perdonad a mi hija y, a cambio, os daré todo mi oro,
mi argento, todo lo que en algún momento se convertirá en euros y la mitad de mi reinado, pero os los pido por favor, dejad a mi hija.
El pueblo le negó, y el rey pidió ocho días para llorar a su hija a moco tendido.
Llegado el día, el rey la vistió y la dejó delante de la cueva, cerca del dragón.
Pero entonces, cuando el dragón ya abría su gran boca con su aliento mortal
listísimo para comerse de un mordisco a la princesa con vestido lindo,
apareció,
cabalgando sobre un caballo blanco
y con su lanza y su escudo dorado
el caballero Sant Jordi tan guapo y valiente él,
para salvar a la princesa de las garras de aquel enorme dragón.
Sant Jordi alzó su larga lanza y de un golpe duro y directo,
el dragón cayó desplomado al suelo,
con la lanza clavada en el centro del corazón.
De la sangre del dragón que le escurría cuerpo abajo
brotó un rosal, bien bonito, con unas rosas que brillaban con el esplendor del sol,
y entonces, espontáneamente, en uno de esos arranques de lindura que nos encantan,
el caballero Sant Jordi cogió una rosa, bueno cortó,
la más bonita de todas,
se dirigió a la princesa y se la dio en señal de amor
El rey le pidió que se casara con su hija y que como agradecimiento le daría todo su oro
y la mitad de su reinado (nomás la mitad porque tenía que pensar en su patrimonio).
Pero Sant Jordi solo sonrió y se marcho sobre su caballo blanco sin decir nada.
Desde aquel día la gente del pueblo vivió tranquila y la princesa desconcertada como podrán inferir.
Es por eso que en el día de Sant Jordi
los hombres regalan una flor a la persona que más quieren,
y las mujeres un libro.

No hace falta que las leyendas sean ciertas,
solo hace falta que sean bonitas.



miércoles, 15 de abril de 2009

Como si todo fuera como eso

el rosa con todas sus letras

y no, el brnadon flowers tuvo un delay y me llego un paqete del norte de esos que ni son piratas ni son de marca patito, algo asi como una combinación chistosa

como uno de esos mp3 qe no son ipods pero dan el gatazo