A veces soy tan fea que me parezco a los demás.
Cuando era chiquita quería llamarme Casandra para que me dijeran Cachi. Cuando crecí quería tener un novio para que me dijera Cachito. Hoy soy adulta y lo único que conseguí fueron cachetes.
Mi método no es nuevo pero no es común, no está trillado y no se parece a nadie.
Fue traumante saber qe mi amigo Aristóteles se haya fusilado la filosofía china.
A veces tener mucha certeza comparada con la cotidianidad que matiza todo complicado, suele tornar más complicado lo certero.
Mi plan no es tan descabellado.