jueves, 23 de julio de 2009
Precipitarse
Rato tenía.
Esa vez que Alets me contó su historia de dudas interminables con su novia-ex-novia recuerdo la analogía del precipicio.
Aviéntate le dije, no sabes si en el trayecto de la caída te salen alas o te detiene una rama, o traías un paracaídas automático, o no hay vacío sino agua, o a lo mejor no pasa nada de eso y sigues hasta qe tocas el suelo, pero y si no hay suelo?
Nomás estás paradito en la orilla, viendo hacia abajo pensando lo largo del trayecto, sintiendo la corriente de aire que te empuja y te detiene.
Aviéntate le dije.
Me aventé.
Bienvenida a las nubes.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Son dos
viernes, 15 de mayo de 2009
Atesorar
miércoles, 6 de mayo de 2009
cincuenta y cuatro mil setecientos veinte
Hace un mes y ocho días.
Me crecieron las uñas y se rompieron.
Un par de veces ambas acciones
y otras acciones también se rompieron
se remendaron
se lavaron
se rompieron
se rompieron de nuevo
Has visto cuando tratan en las oficinas de tapar con cinta adhesiva la salida del aire acondicionado porqe les resulta muy frio?
has visto como cada determinado tiempo el remiendo debe ser reconstruido (o remendado a su vez) porqe la corriente de aire frío no deja de pasar?
A veces así me siento
Será que tengo una salida de aire frío que por más que quiera tapar, siempre terminará rompiendo las aventureras cintas adhesivas que amablemente se posan sobre mi?
Y es qe el conducto es de titanio
Últimamente te he pensado, innombrable, imperdonable, irrepetible.
No te extraño pero te he pensado, a veces te pienso bien, a veces no tanto.
Me libera decir que te he pensado.
Incluso he intentado escribirte, pero me encanta no ser tan barata.
Será que tengo miedo y cuando pienso en el miedo de lo sufrido te apareces?
innombrable
imperdonable
irrepetible
Me alegra saber que tú no eres innombrable, imperdonable ni irrepetible.
En tan poco tiempo te me has repetido varias veces,
me gusta la repetición, pero estoy segura que es lo que me tiene cansada
como si en el ejercicio de repetir levantara una caja pesada con piedras para ponerla en el desván
una
y otra
y otra
y otra vez
Es el calor
no sudo
pero siento las gotas recorrer mi cabeza como si fuera a derretirse
como si en su trayecto resbalaran consigo las respuestas
yo tan obstinada y tan amante de las respuestas
tan obsesionada con las respuestas
tú quieres responder? quieres preguntar?
quiero volver a decirte sí, sí con mis 25 letras
sí
sin más
y responderte y pedir más preguntas
porqué las manzanas son porosas las rojas?
será que son permeables como yo?
y las jugosas ya tienen todo lo que necesitan y por eso mantienen el jugo?
será?
jueves, 23 de abril de 2009
Sant Jordi, sigues siendo mi favorito
23 DE ABRIL 2009
Dice la leyenda de Sant Jordi que hace mucho mucho tiempo
Había un dragón monstruoso, con largas uñas y aliento de fuego
(no sólo cuando despertaba).
Este dragón hacía huir al pueblo, mataba a la gente con su aliento
y se tragaba vivas a las personas.
Los aldeanos, sin encontrar otra solución para la época,
decidieron darle dos ovejas a diario para apaciguar su hambre.
Cuando se les terminaron las ovejas,
le dieron vacas,
cuando se terminaron las vacas, bueyes
cuando se terminaron los bueyes le dieron patos
y todos los animales que tenían,
hasta que se quedaron con ninguno.
Entonces el rey convocó una reunión,
donde decidieron que harían un sorteo
y le darían al dragón una persona cada día, para que se la comiera
(de tamaño normal o dos flaquitos).
Un desafortunado día, le tocó a la hija del rey, y él, entre lágrimas dijo:
-Perdonad a mi hija y, a cambio, os daré todo mi oro,
mi argento, todo lo que en algún momento se convertirá en euros y la mitad de mi reinado, pero os los pido por favor, dejad a mi hija.
El pueblo le negó, y el rey pidió ocho días para llorar a su hija a moco tendido.
Llegado el día, el rey la vistió y la dejó delante de la cueva, cerca del dragón.
Pero entonces, cuando el dragón ya abría su gran boca con su aliento mortal
listísimo para comerse de un mordisco a la princesa con vestido lindo,
apareció,
cabalgando sobre un caballo blanco
y con su lanza y su escudo dorado
el caballero Sant Jordi tan guapo y valiente él,
para salvar a la princesa de las garras de aquel enorme dragón.
Sant Jordi alzó su larga lanza y de un golpe duro y directo,
el dragón cayó desplomado al suelo,
con la lanza clavada en el centro del corazón.
De la sangre del dragón que le escurría cuerpo abajo
brotó un rosal, bien bonito, con unas rosas que brillaban con el esplendor del sol,
y entonces, espontáneamente, en uno de esos arranques de lindura que nos encantan,
el caballero Sant Jordi cogió una rosa, bueno cortó,
la más bonita de todas,
se dirigió a la princesa y se la dio en señal de amor
El rey le pidió que se casara con su hija y que como agradecimiento le daría todo su oro
y la mitad de su reinado (nomás la mitad porque tenía que pensar en su patrimonio).
Pero Sant Jordi solo sonrió y se marcho sobre su caballo blanco sin decir nada.
Desde aquel día la gente del pueblo vivió tranquila y la princesa desconcertada como podrán inferir.
Es por eso que en el día de Sant Jordi
los hombres regalan una flor a la persona que más quieren,
y las mujeres un libro.
No hace falta que las leyendas sean ciertas,
solo hace falta que sean bonitas.
miércoles, 15 de abril de 2009
Como si todo fuera como eso
y no, el brnadon flowers tuvo un delay y me llego un paqete del norte de esos que ni son piratas ni son de marca patito, algo asi como una combinación chistosa
como uno de esos mp3 qe no son ipods pero dan el gatazo
martes, 24 de febrero de 2009
Todo tiene un fin
jueves, 19 de febrero de 2009
no es tristeza, es nostalgia
Me encanta esa sensación de sentir la gota salada recorrer tu mejilla, el charco transparente que se forma entre tu ojo y la nariz; ver como golpea en la ropa ese pedazo de agua que provoca tu desgracia
Sentir el arroyo dentro de las orejas cuando cierras los ojos acostada en la cama pensando que así dejará de correr
Cuando no tienes ni que sollozar para saber que de verdad es dolor físico lo que no te ha provocado herida externa
El hueco en el pecho es imperceptible para todos, inminente para mi.
Tengo como una sensación que no me había tocado antes, la mitad de mi cuerpo se siente feliz, contento, el ánimo a todo lo que da, esa sonrisa sin querer que traes todo el día dibujada en los ojos. Pero la otra mitad está hueca, como acartonada, como recién lavadas las manos con un jabón sin glicerina, como cuando pisas sobre una lámina de la acera y truena al moverse, una coladera vacía, un cáscara de nuez, un pedacito de cielo mojado.
No es tan común, la mitad se siente verticalmente, un ojo contento un ojo apagado, una mano enérgica la otra acalambrada.
Una línea de blanco brillante me divide exactamente como modelo anatómico de comercial de artritis.
Cuando me levanto del lado incorrecto me mareo. Hasta creo que las uñas están más frágiles que las del otro lado.
Si me hablas del lado azuloso puede que no te responda. Puede que me encuentre lejos lejos pensando en como repetir y repetir y repetir.
Las dos cosas más dificiles de entender que me han dicho son: tu crees que no pasa nada y tú piensas que es muy facil.
Ni siquiera las dije y ya se mojaron los ojos.
Cómo alguien siquiera puede llegar a pensar o creer que sabe lo que crees o lo que piensas? cómo acaso podría llegar a pensar que lo que él cree es lo que yo pienso o que yo creo lo que él piensa? No le encuentro explicación.
Cuando escuché el no pasa nada hace unos dos años (quizá menos pero para mi se sienten como unos seis), mi pensamiento se centró a eso, a que era posible que a mi alrededor estuvieran pasando tantas cosas pero que quiza como yo seguía actuando como si todo fuera normal, como tomando lo bueno, como dándole importancia a lo importante, a lo importante para mi, entonces no significaba que no pasara nada. Yo nunca dije que tenía una visión de la vida estática. Pero uno nunca puede ofrecerle a los demás lo que ellos necesitan. A veces ni uno mismo lo recibe proveniendo de uno mismo.
No.
No es que no pasara nada, también pasaba y no actuaba como si no pasara nada. Para nada. No recuerdo más. Tengo flashazos, ráfagas de imágenes de esos momentos. Intenté arreglarlo, no recuerdo más, no recuerdo como. No lo conseguí.
Hoy está tomando forma otra vez. Volviste a aparecer como cual eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Me mandaste borrar y estás conociéndome de nuevo. Me gusta.
Pero no, eso no me mantiene desequilibrada con mi cuerpo bicolor.
Es el peso del titanio.
viernes, 16 de enero de 2009
Mi Brandon Flowers
Le gustan mis ataques de risa.