jueves, 21 de marzo de 2013

El sexo y el amor, sí se pueden separar


En este episodio de mi vida llamado: Comenzando a ser mujer, me parece injusto no compartir máximas filosóficas -femeninas, claro- que pueden facilitarle la vida a muchas.
Dando un poco de contexto en resumen, soy de esas mujeres que las demás mujeres denominan raras, que le dan la razón a los hombres y las ideas rosas siempre tienen un poco de verde picante de fondo. Sin embargo, detecté que mi lado femenino estaba muy lastimado y casi irreconocible, digo, no es que fuera una marimacha o me vistiera con pantalones cargo y camisas que no favorecen mi cuerpo, pero no estaba en contacto con la feminidad y los beneficios de ser mujer fuera de estrenar zapatillas cada semana.
En ese proceso ayudado por una terapia de resonance que me puso en coherencia con lo que estaba en incoherencia en mi vida, se me desacomodaron muchas cosas que había colocado en gavetas que encajaban pero no eran el lugar adecuado para ellas; la más importante: mi amistad erótica. Resulta ser que mi amistad erótica muy a la Sabina y Tomás, llenaba un espacio llamado "amor" que yo ni sabía. Para no hacer el cuento largo resultó ser que el sexo sin amor tenía otros accesorios que casualmente coincidían en amistad con esa amistad erótica. Obviamente me asusté. Revisé una larga historia de amistad erótica de años que parecía sacada de una película de Guillermo del Toro, de esas que dan miedo pero intriga saber el final; y me encontré ahí en medio de un chingado laberinto del fauno dándome cuenta que siempre sí me gusta mi amistad erótica un poquito más que para satisfacer el deseo físico.
Después de repetidas palpitaciones e hiperventilaciones decidí escribir, hice una nota meramente informativa donde se exponía mi situación mental (esto ya es parte de la máxima filosófica), porque por mucho que sepas los puntos a tocar, si uno decide hacerlo oralmente, expresarse, claro, los engranes que juntan la lengua con la mente no corren a la misma velocidad y siempre habrá algo que se pierda u omita en el camino. Escribí y esperé el momento indicado para depositar mi nota en un nobuzón a su destinatario. Ustedes mujeres, siempre quieren hacer estas cosas de inmediato, salir corriendo a buscar al fulano, hablar por teléfono o insistentemente escribir por whatsapp hasta que el pobre incauto, que -les aviso-, no está ni pensando lo que ustedes, ni ha tenido el tiempo de meditar lo que le van a decir, o siquiera prepararse para la letanía que escucharán, tenga una respuesta y encima sea con las palabras que ustedes esperan. Paciencia y esperar momentos es clave en todo. Presionar o precipitarse sólo las hará no saber cuando jalar la cuerda del paracaidas, ustedes quieren ya abrir la puerta del avión y aventarse, porque la adrenalina y, seamos honestas, las películas así lo manejan. Pues obvio, una película dura máximo tres horas, es lógico que las situaciones pasarán rápido en la pantalla, no traten de protagonizar su vida real en wide screen, esto lleva más tiempo, y no les saldrán más o menos arrugas si deciden esperar.
Así pues, en plena conciencia de mis actos y sin buscar ni esperar nada, con mucha tranquilidad patrocinada por horas y horas de cardio en el gimnasio, acudí a un llamado de lo físico con el amigo erótico, ya conciente del gusto y del lugar en el que me puso la feminidad. Sin temor ni prejuicios (esto es muy importante), acepté el placer y me di normalmente, dejé de darle importancia al gusto en la mente y teniendo muy claro que lo que yo pienso no tenía que pensarlo él, que su mente no está ligada a la mía ni por un fino hilo de seda imaginario y que mis chaquetas mentales son privadas, disfruté sin remordimiento ni expectativa.
Honestamente y horas después camino a mi casa, pensaba que era mucho más facil de lo que mis amigas me han contado cuando sufren estas agonías, realmente pensé y me compré la idea que sería una agonía que resultó seguir siendo lo más cómodo en las actividades normales de una amistad erótica, abrí los ojos y seguía teniendo dos piernas y dos manos en el mismo lugar y una autoestima y dignidad intactas.
El sexo sí puede separarse del amor, lo que es dificil para las mujeres es diferenciar el amor del sexo. Confunden repetidamente el cariño con el amor, y ahí andan pensando que se enamoran de cada hombre que les cae bien o las trata con respeto. O interpretan como coqueteo simples actos amables. Entiéndanlo, si un hombre quiere estar con ustedes, se los dirá, se los hará saber de algún modo, ellos no mandan "señales" o indirectas, lo sienten o no, no son de los que si les hacen una pregunta van a responder con un "déjame pensarlo", porque tienen más clara la determinación que todas nosotras.
Otro punto muy importante para sobrevivir en esto de que te guste alguien con quien convives, es no generar falsas ilusiones en la cabeza, así es, eso que ustedes le llaman "pensar positivo". Una cosa es fantasear con hombres montados en tu balcón a media noche, o llamadas inesperadas para hablar de sentimientos, y otra muy diferente es deprimirte porque eso no sucede, tal y como lo imaginas. La fantasía no está mal, soy muy partidaria de alimentar la creatividad, pero no pierdas de vista que esa fantasía (aún cuando sea una fantasía triste) fue creada por y para ti, que jamás será llevada a cabo siquiera con los colores en los que tú lo ves en tu mente. Si les gusta la onda esa de decretar cosas, decreten cosas realistas, pacifistas y congruentes.
Así pues, al irme dejé mi nota meramente informativa sin esperar nada a cambio. Decidí tomar en cuenta que esta boca es mía y la iba a usar, bueno, escribir como si hablara, que para el caso es lo mismo. Porque no, no hijas, los hombres jamás "se darán cuenta por sí mismos", y esperarlo, eso sí es una pérdida de tiempo.
Honestamente sí me hizo sentir liberada, pero tampoco fue la gran revelación de libertad jamás experimentada por el hombre (humano, I mean), es una de esas sensaciones incómodas de usar los recursos que se tienen, para lo que son y para lo que sirven, cosa que las mujeres siempre están esperando que les lean el pensamiento, que sepan exactamente que decir, que pedir, a quien llamar, a que sí acceder, y a que no, should I keep going?
Desconozco si mi nota meramente informativa ya fue leída, lo compartí con dos amigas quienes mostraron más ansiedad que la remitente, y con sensatez les digo que no sé si ya fue leído o no, y que no espero una respuesta, la clave es comunicar lo que sentimos, no proponer lo que queremos. Mi nota no puede tener respuesta porque no es una pregunta, no es una proposición, es un "así me encuentro y quiero que lo sepas". Y eso es lo que nos hace libres.
El sexo y el amor sí se pueden separar, aún habiendo experimentado el sexo después que supe del amor, nunca me llegó ese frenesí de llanto o depresión interminable, o la espera de un algo que no sé que es, viví, vivo mi experiencia con lo que hay, hay días que hay, hay días que no, y vivo dos mundos felices con fantasía y con realidad sin pedirle a ninguno de los dos que se mude al contrario. Eso me mantiene feliz. El santo grial del sexo y el amor es tener claro lo que hay.
Acepten sus palpitaciones e hiperventilaciones, déjense sentir tristes, sentirse feliz y comuniquen cómo se sienten o qué les pasa por la cabeza, el que no pueda manejar la verdad, jamás deberá ser protagonista de su historia. No se claven, no inventen cosas dónde no las hay, y por el amor de Dios, dejen de ver señales donde no existen! vivir sin buscar señales en cada esquina hace que uno maneje mejor por estar al pendiente de las señales de tránsito, ésas sí son reales.
Seamos felices siendo sensatas.



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